lunes, 24 de febrero de 2014

La más barata: mejores paellas

El pasado miércoles tocó cena familiar en este gran restaurante ovetense, La más barata. No me gusta adelantar acontecimientos, pero no se equivoquen, no, no es ningún bar de tapas precisamente barato, aunque su calidad lo compensa. 

Un poquito de historia:

Para quienes no lo sepan y para que entendamos bien el por qué de este nombre, este restaurante lo adopta al renacer de los cimientos de una gran mercería situada en el casco antiguo, prácticamente a las puertas del Ayuntamiento, casi imposible encontrar un sitio mejor. Y sí, en su época fue la más barata de esta localidad, o cuanto menos la más surtida ya que formaba grandes colas en su largo mostrador de madera que seguía desde el inicio hasta el fin del local. 

Por dentro:

Olvidándonos un poco de la mercería y volviéndonos a centrar en la comida, este restaurante poco ha podido dejar de lo que el local era antaño, pues tiene un aspecto nuevo y elegante. Se separa en dos zonas, la barra y pequeñas mesas para tomar vinos o tapas abajo y el gran comedor en la parte de arriba. Es sobradamente amplio, pero se las apañan para que no te sobrecoja tanto espacio, al menos en la zona inferior.



El mobiliario y los colores transmiten un ambiente con clase, aunque no veo especialmente acertados los enormes cuadros colgados por sus paredes… claro que para gustos colores, supongo. Su mejor característica son sus bonitos ventanales desde donde se ve parte del casco antiguo. Su peor, sería quizás su iluminación, pensar en cuánto se deben de gastar cada noche al tener tantas luces encendidas puede llegar a causar mareos y precisamente mucha gente prefiere cenar en lugares con iluminación tenue. Diría que si arreglaran solamente esa parte del restaurante le aportaría un aspecto mucho más romántico e incitaría a más parejas a cenar ahí.





La comida:

Genial, simplemente. La más barata está especializada en paellas, desde secas o melosas, hasta caldosas o con costra, aquí hay para todos los gustos y paladares. Mi favorita diría que es la preparada con tinta de calamar, y la que menos la que lleva carne de venado… esta mejor no pedirla, la carne es realmente dura, incomible. Más allá de ese error todo depende de qué te apetezca más, marisco con todo peladito, un poco de carne, queso o si te sientes fino y quieres tu paella con solomillo y foie, como esta de aquí:




Puedes pedir una paella por cada dos personas, así que si quieres alguna entrada también tienes donde elegir, pero mejor no os paséis, los platos son abundantes, ya sabéis, esto es Esp--- Asturias. Tienen una serie de timbales a elegir, aunque recomiendo mirar otras cosas en la carta más allá de eso. 

Nuestra última elección fue realmente acertada y fue un plato de queso de cabra a la plancha con pera y tomate confitado (riquísimo); 














pulpo a la parrilla, tremendo también, blando, bien hecho, con las puntas crujientes y las patatas que parecían semi horneadas y con un sabor bien curioso; 









y solomillo con patatas y salsa de nata,                 



patatas fritas bien hechas y salsa deliciosa también. 


Una advertencia, nosotros éramos tres personas y no pudimos terminar la paella después de comernos todo esto… tened cuidado y no os paséis al pedir como nosotros!

El servicio y el precio:

Aquí los camareros actúan acorde con el entorno y son educados y muy agradables, son atentos y es bien difícil poner alguna queja. El precio de todo esto ronda algo más de 20 euros por persona, la calidad lo vale y quedas realmente lleno.

En resumen:

Un buen restaurante para tener una comida o cena agradable y deleitarse especialmente con sus paellas sin la necesidad de ir a buscarlas a Valencia.

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