domingo, 23 de febrero de 2014

Pizzería la Competencia

Emplazamiento: 

Bien situada, esta pizzería se encuentra en la parte baja de la calle Gascona, en la que, quienes se sientan atraídos por la ley de la gravedad en la empinada ciudad de Oviedo, o quieran darle un descanso a las sidras y una oportunidad a las pizzas leonesas, irán a parar. 




Por dentro:

Tiene un aspecto clásico y bonito, especialmente la parte delantera del restaurante, ya que la trasera, si llegas en un momento que no haya mucha gente, te puede llegar a parecer un tanto sobrio o vacío, debido a lo amplio de la sala con apenas separadores ni elementos que rompan la monotonía de las filas de mesas. A pesar de todo es un espacio agradable con los típicos colores cálidos amarillo y marrón.


La comida: lobo disfrazado de oveja




Bien, supuestamente esto no es un local de comida rápida y, claramente, por la tardanza de la comida, deja claro que no es así y, sin embargo, su calidad ronda por esos términos. Si bien es cierto que sus pizzas, de masa fina, son más ricas que las de las típicas cadenas de pizzerías, no llegan a la calidad de una pizza casera real ni por asomo. Algo que se nota muy rápidamente en cuanto se empieza a enfriar la pizza. La masa no es ni por asomo más allá de un congelado y los ingredientes, sin llegar a caer en la calidad de un Telepizza siguen siendo mediocres y se compactan y caen de la masa muy fácilmente… Dando a entender, de nuevo, que probablemente todo sea congelado.

Visto esto, de cierta forma es hasta gracioso que tarden tantísimo en servirte la pizza, ya que una de dos: o los camareros son unos vagos y la meten al horno cuando quieren, o las traen tarde a propósito para crear la sensación de que las están cocinando.

El servicio:

Por desgracia no tengo nada especialmente positivo que comentar sobre sus camareros, ya que a mí y a mi pareja igual nos debieron ver cara de tontos. Cuando fuimos el comedor estaba totalmente vacío y aún así nos sentaron en una esquina, donde ni podías sacar la silla de la mesa sin que chocara con la pared (de modo que nos cambiamos). Tardaron más que a otras mesas en traernos la comida y realizaron una pausa dramática desde que dijimos que no queríamos postre hasta que por fin nos trajeron la cuenta. En general, no muy buena atención.

El precio:

Sus pizzas rondan entre los 9 a 13 euros, más o menos, caro con respecto a su calidad y cantidad, ya que su tamaño se asemeja más al de las típicas pizzas pequeñas que una mediana.

En resumen:

Nada recomendable. Si quieres una buena pizza casera al mismo precio y con buen servicio hay muchos otros sitios, incluso casi al lado de este. No vale la pena ni la espera, ni el servicio, ni el precio.



P.D. Siento decir que esas imágenes no me pertenecen, ya que ni fotos tomé en aquel sitio, pero sí os ejemplificaré con mis propias fotografías en las siguientes reseñas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario